¿Qué hay en el interior del transformador de tipo seco?

Dentro de un transformador de tipo seco, normalmente encontrará los devanados primario y secundario, aislados entre sí y encapsulados en una resina o material epoxi. Este aislamiento brinda protección contra la humedad y los contaminantes, lo que hace que el transformador sea adecuado para aplicaciones en interiores donde las condiciones ambientales pueden variar.

El material del núcleo de un transformador de tipo seco suele estar hecho de laminaciones de acero al silicio de alta calidad.

Estas laminaciones se apilan para formar el núcleo, proporcionando un camino de bajas pérdidas para el flujo magnético generado por la corriente alterna que pasa a través de los devanados. El uso de acero al silicio ayuda a reducir las pérdidas por corrientes parásitas y mejora la eficiencia del transformador.

El principio de funcionamiento de un transformador de tipo seco se basa en la inducción electromagnética. Cuando la corriente alterna fluye a través del devanado primario, genera un campo magnético en el núcleo, que a su vez induce un voltaje en el devanado secundario.

Este voltaje es proporcional a la relación de vueltas entre los devanados primario y secundario, lo que permite que el transformador retroceda o reduzca el voltaje según sea necesario.

Los transformadores de tipo seco se llaman así porque no utilizan aislamiento líquido como aceite u otros fluidos dieléctricos. En cambio, dependen de materiales aislantes sólidos como resina o epoxi para encapsular los devanados y el núcleo.

Este diseño elimina el riesgo de fugas y derrames asociados con los transformadores llenos de líquido, lo que hace que los transformadores de tipo seco sean más seguros y respetuosos con el medio ambiente. Además, la ausencia de aislamiento líquido simplifica la instalación y el mantenimiento, ya que no hay necesidad de medidas especiales de contención ni pruebas periódicas de líquidos.

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