Los transformadores de potencia inalámbricos encuentran aplicaciones en diversos campos donde los métodos tradicionales de transmisión de energía por cable no son prácticos o inconvenientes. Algunos de los usos comunes incluyen sistemas de carga inalámbrica para teléfonos inteligentes, tabletas, dispositivos portátiles y vehículos eléctricos.
Estos transformadores permiten una carga cómoda y eficiente sin necesidad de conectores o cables físicos, lo que mejora la comodidad del usuario y la portabilidad del dispositivo.
Los usos de la energía inalámbrica se extienden más allá de la electrónica de consumo hasta aplicaciones industriales y médicas. En entornos industriales, la transmisión de energía inalámbrica se puede utilizar para sensores de potencia, actuadores y otros dispositivos en entornos hostiles o peligrosos donde las conexiones por cable plantean riesgos de seguridad o desafíos logísticos.
En los dispositivos médicos, como los dispositivos implantables y los monitores de salud portátiles, la energía inalámbrica permite un monitoreo continuo y no invasivo sin la necesidad de reemplazos frecuentes de baterías o conexiones por cable.
El objetivo de la transmisión de energía inalámbrica es proporcionar un método seguro, eficiente y conveniente para transferir energía eléctrica desde una fuente de energía a un receptor sin la necesidad de contacto físico o conexiones por cable.
Al eliminar la dependencia de cables y conectores, la tecnología de energía inalámbrica brinda flexibilidad en la ubicación de los dispositivos, reduce el desorden y mejora la experiencia del usuario en diversas aplicaciones.
El principio de funcionamiento de la transferencia de energía inalámbrica implica el uso de campos electromagnéticos para transferir energía entre un transmisor y un receptor.
En los sistemas de carga inalámbrica inductiva, el transmisor (plataforma de carga) genera un campo magnético alterno, que induce una corriente en el receptor (bobina de carga) ubicado cerca del transmisor. Esta corriente inducida luego se convierte en energía eléctrica para cargar la batería o alimentar el dispositivo.
El objetivo de la transmisión inalámbrica es superar las limitaciones de los métodos tradicionales de transmisión de energía por cable, como la necesidad de conectores físicos, cables y la proximidad a tomas de corriente.
Al aprovechar la tecnología de energía inalámbrica, el objetivo es permitir una mayor flexibilidad, movilidad y conveniencia en la propagación de dispositivos y sistemas electrónicos en diversas aplicaciones, desde electrónica de consumo hasta automatización industrial y atención médica.