Un transformador de distribución de bajo voltaje es un tipo de transformador diseñado para relegar la electricidad de alto voltaje del sistema de transmisión a voltajes más bajos adecuados para la distribución a hogares, empresas y otros usuarios finales.
Estos transformadores generalmente se instalan en postes o subestaciones de servicios públicos y desempeñan un papel crucial en la red de distribución de electricidad al reducir el voltaje a niveles más seguros y manejables para la distribución local.
La distribución de bajo voltaje se refiere al segmento del sistema de distribución eléctrica donde se suministra electricidad a los consumidores a voltajes relativamente bajos, que generalmente oscilan entre 120 voltios y 480 voltios en entornos residenciales y comerciales.
Este rango de voltaje se considera seguro para la mayoría de los aparatos y equipos eléctricos utilizados en edificios, lo que lo hace adecuado para luces, electrodomésticos, maquinaria y otras cargas eléctricas.
Varios factores pueden causar bajo voltaje en los transformadores de distribución, incluida la alta demanda de los consumidores, largas distancias entre el transformador y la carga, caída de voltaje debido a la impedancia en las líneas de distribución y capacitancia o sobrecarga inadecuada en el transformador mismo.
Puede ocurrir una caída de voltaje cuando la resistencia eléctrica de las líneas de distribución provoca una caída de voltaje a medida que la electricidad pasa del transformador a la carga, especialmente en largas distancias o cuando hay una gran demanda.
Se utiliza un transformador de distribución para retransmitir electricidad de alto voltaje desde el sistema de transmisión a voltajes más bajos adecuados para la distribución a hogares, empresas y otros usuarios finales.
Estos transformadores desempeñan un papel vital en la red de distribución de electricidad al reducir el voltaje a niveles más seguros y manejables para la distribución local. Los transformadores de distribución se instalan comúnmente en postes de servicios públicos o en subestaciones y son responsables de proporcionar a los clientes residenciales, comerciales e industriales electricidad, luces, electrodomésticos, maquinaria y otras cargas eléctricas en edificios e instalaciones.