Esta publicación detalla sobre ¿Por qué se aplica tracción?, ¿En qué casos se utiliza tracción?, ¿En qué casos se aplica una férula de tracción?
¿Por qué se aplica tracción?
Se aplica tracción para aliviar el dolor e inmovilizar una parte del cuerpo para promover la curación. Implica aplicar una fuerza de tracción constante para alinear y estabilizar huesos o articulaciones. La tracción ayuda a reducir los espasmos musculares, corregir deformidades y aliviar la presión sobre los nervios y los tejidos. Al aplicar una fuerza controlada, la tracción ayuda a realinear los huesos fracturados, estirar los músculos tensos y mejorar la función general del sistema musculoesquelético.
La tracción se utiliza en varios casos, especialmente en el tratamiento de fracturas, dislocaciones y determinadas afecciones ortopédicas. Es particularmente útil en el tratamiento de fracturas complejas donde la alineación es esencial para la curación. La tracción se puede utilizar para estabilizar la columna en casos de lesión de la médula espinal, para aliviar la presión sobre los nervios o los discos y para controlar afecciones como la escoliosis. También se puede utilizar preoperatoriamente para reducir el desplazamiento de las fracturas antes de la cirugía.
¿En qué casos se utiliza la tracción?
Se aplica una férula de tracción cuando se sospecha una fractura de fémur u otros tipos de fracturas de huesos largos donde la alineación y la inmovilización son cruciales. Ayuda a estabilizar la extremidad fracturada, reducir el dolor y prevenir lesiones mayores. La férula funciona aplicando una fuerza de tracción longitudinal a la extremidad, lo que alinea los fragmentos óseos y alivia los espasmos musculares. Las férulas de tracción se utilizan comúnmente en entornos médicos de emergencia y son una herramienta esencial en la atención prehospitalaria para el tratamiento de lesiones óseas graves.
¿En qué casos se aplica una férula de tracción?
La tracción esquelética se realiza para lograr una alineación más precisa de los huesos fracturados o para controlar afecciones musculoesqueléticas complejas. Esto implica insertar alfileres o alambres en el hueso, que luego se conectan a pesas o dispositivos mecánicos para aplicar una fuerza de tracción continua. Este método permite corregir la alineación y estabilización de los huesos durante el proceso de cicatrización, especialmente en los casos en los que la tracción externa es insuficiente. La tracción esquelética se utiliza a menudo en el tratamiento de fracturas, deformidades o afecciones graves que requieren inmovilización a largo plazo.
La tracción se realiza cuando es necesaria para corregir o estabilizar fracturas, controlar deformidades, aliviar el dolor o mejorar los resultados funcionales en condiciones ortopédicas. Se usa comúnmente tanto en casos agudos como crónicos, según la gravedad y la naturaleza de la lesión o afección. El momento de la tracción depende del diagnóstico y plan de tratamiento desarrollado por los profesionales de la salud, quienes determinan el método y la duración adecuados en función de las necesidades específicas del paciente.
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