Un transformador monofásico o trifásico es un tipo de transformador que puede funcionar con energía eléctrica monofásica o trifásica. En modo monofásico, el transformador tiene dos terminales de entrada y dos terminales de salida, mientras que en modo trifásico tiene tres terminales de entrada y tres terminales de salida.
Esta versatilidad permite que el transformador se utilice en diversos sistemas eléctricos, incluidas redes de distribución de energía monofásicas y trifásicas.
Un transformador monofásico es un transformador diseñado para funcionar con energía eléctrica monofásica, que consta de una única forma de onda de voltaje sinusoidal. Generalmente tiene dos devanados: un devanado primario conectado a la fuente de voltaje de entrada y un devanado secundario conectado a la carga.
Los transformadores monofásicos se utilizan comúnmente en aplicaciones residenciales, comerciales y de industria ligera para aumentar o superar los niveles de voltaje según sea necesario para diferentes dispositivos y equipos eléctricos.
La principal diferencia entre un transformador monofásico y un transformador trifásico es su configuración y funcionamiento con energía eléctrica monofásica o trifásica.
Un transformador monofásico tiene dos terminales de entrada y dos terminales de salida, mientras que un transformador trifásico tiene tres terminales de entrada y tres terminales de salida.
Además, un transformador monofásico está diseñado para manejar energía eléctrica monofásica, mientras que un transformador trifásico es capaz de manejar energía eléctrica trifásica, que consta de tres formas de onda de voltaje sinusoidales que están a 120 grados de la fase entre ellas.
La diferencia entre las fases de un transformador trifásico se refiere a la relación eléctrica entre los voltajes de entrada y salida del transformador.
En un transformador trifásico, el voltaje de entrada consta de tres formas de onda sinusoidales que están desfasadas 120 grados entre sí. Asimismo, la tensión de salida también consta de tres formas de onda sinusoidales que se destruyen formando un ángulo de 120 grados entre sí. Esta relación de fase permite una transmisión y distribución de energía eficiente en sistemas eléctricos trifásicos, proporcionando energía más suave y reduciendo la distorsión armónica en comparación con los sistemas monofásicos.